Thursday, January 28, 2010

Obama decepcionó sobre reforma migratoria



Por: Germán G. Carías Bermúdez


El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pidió el miércoles en el discurso sobre el Estado de la Unión arreglar el "fallido" sistema migratorio de su país, pero no urgió directamente al Congreso a aprobar una reforma.

Organizaciones latinas estaban a la expectativa de que Obama usara su alocución ante ambas cámaras del Congreso, en la que los presidentes marcan sus prioridades para el año legislativo, para dar ímpetu al proyecto de reforma migratoria.

Pero mientras Obama sí solicitó acción a la Legislatura sobre la reforma sanitaria y la economía, en el tema de inmigración se expresó en términos vagos.

"Deberíamos continuar el trabajo de arreglar nuestro fallido sistema migratorio, de garantizar la seguridad en la frontera, hacer cumplir nuestras leyes y asegurarnos de que cada persona que cumple las reglas puede contribuir a nuestra economía y enriquecer a nuestra nación", dijo el presidente.

La declaración decepcionó a Vanessa Cárdenas, una experta del Centro para el Progreso Estadounidense, un centro de estudios fundado por líderes demócratas.

"La declaración fue muy débil. No dijo lo que los latinos queríamos oír", dijo Cárdenas.

La pérdida la semana pasada del escaño número 60 de los demócratas en el Senado ha oscurecido la perspectiva de la reforma, pues los republicanos ahora tienen una bancada suficientemente amplia para bloquear los proyectos en esa cámara.

Aún así, Cárdenas dijo que los políticos no se percatan de la importancia del tema de inmigración para los latinos, que podrían pasarles la cuenta por su falta de atención en las elecciones legislativas de noviembre.

"Para motivar a la gente a salir a votar es importante cumplir las promesas que se hicieron y Obama claramente se comprometió a impulsar la reforma", afirmó.

La Cámara Baja tiene sobre la mesa una propuesta presentada en diciembre por el congresista demócrata Luis Gutiérrez, que legalizaría a los 12 millones de inmigrantes indocumentados que viven en el país.

Sin el respaldo expreso de la Casa Blanca sus perspectivas de éxito son bajas, según los expertos.

En otras áreas el discurso de Obama fue más acorde con los intereses de la comunidad hispana. Su enfoque principal fue la creación de puestos de trabajo, algo que se marcó como su objetivo principal de 2010.

El desempleo afecta a cerca de tres millones de hispanos, lo que coloca su tasa de paro en casi el 13 por ciento, bastante más alta que entre el resto de la población.

En su alocución, el presidente propuso usar 30.000 millones de dólares de las ayudas devueltas por Wall Street para que los bancos comunitarios, que son pequeñas entidades locales, extiendan más créditos a las empresas.

También prometió incentivos fiscales para las empresas que aumenten sus plantillas o eleven los salarios, y se comprometió a doblar las exportaciones en los próximos cinco años, lo que creará dos millones de puestos de trabajo, según él.

El otro tema de especial relevancia para los latinos es la reforma de salud, pues la comunidad hispana tiene el mayor porcentaje de personas sin cobertura.

Obama instó a los demócratas a perseverar y recordar que aún son mayoría en el Congreso, pese a la pérdida del escaño clave en el Senado.

"No abandonemos la reforma. No ahora. No cuando estamos tan cerca. Encontremos una vía para unirnos y completar el trabajo en beneficio del pueblo estadounidense", dijo el presidente.

Latinos Unidos en pro de la Salud (LUH, en inglés), una coalición de organizaciones hispanas, urgió a la Legislatura a escuchar las palabras del presidente y aprobar la reforma.

"Esta noche el presidente Obama dejó claro que cada minuto que pasa las familias trabajadoras y, lo que es más importante, los niños pierden una cobertura de salud que es muy necesaria", afirmó la coalición en un comunicado.

En su discurso, Obama colocó todo el peso de su presidencia en favor de lograr un sistema sanitario más justo. No hizo lo mismo con la reforma migratoria.