Friday, December 25, 2009

Germán Carías Sisco Periodista a tiempo completo

Homenaje a mi Padre
70 años de ejercicio profesional





Por: Germán G. Carías Bermúdez

Crecer bajo el rigor de las carencias fortalece el espíritu y llena al ser humano de una voluntad férrea, mi Papá experimentó la pobreza junto a sus seis hermanos en un hogar manejado con mano dura por mi Abuelo y con la gran consentidora de mi Abuela. Eso hacia que en la casa existiese un equilibrio para la formación de los Carías Sisco, ayudando al núcleo familiar a poseer una inventiva superior a la hora de colaborar con los gastos.

Una anécdota fue el encuentro de mi Papá con el Dictador Juan Vicente Gómez a los siete años, fue en el acto de inauguración del puente que unió a las esquinas de Crucecita y Esperanza, en la parroquia San José de Caracas. Papá estudiaba segundo grado en la escuela Manuel María Echandía y de curioso con otros niños fue al acto oficial, al cual asistiría el Presidente Gómez. Cuando llegó el Dictador, vistiendo liquiliqui, con altas polainas de chácharo, sombrero alón y guantes blancos, los encargados del ceremonial eligieron a 10 niños y niñas para estar presentes en el corte tradicional de cinta. Después que Gómez abrió simbólicamente el puente, se hizo retratar con los niños y varios asistentes. A cada uno de los niños, les regaló una peseta de a fuerte (cinco bolívares) y Papá recuerda que ese dinero sirvió para que mi Abuela hiciera un buen mercadito esa semana.



Mi Papá con mi Abuelo y mis Tios

Mi Papá de apenas un año


Ese encuentro al parecer fortuito encendió la llama de Periodista y el talento de estar presente en los acontecimientos más relevantes del siglo XX. Papá supo desde temprana edad lo que se siente compartir con las figuras del momento, como redactor político en El Heraldo, El Nacional y posteriormente de director de La Nación, entrevistó a trece de los últimos catorce presidentes de la era republicana en Venezuela. De 1945 a 1990 entrevistó a Isaias Medina Angarita, Rómulo Betancourt, Rómulo Gallegos, Marcos Pérez Jiménez, Carlos Delgado Chalbaud, Wolfgang Larrazábal, Edgar Sanabria, Raúl Leoni, Rafael Caldera, Carlos Andrés Pérez, Jaime Lusinchi , Luis Herrera Campins y Ramón J. Velásquez.

También entrevistó en el mismo lapso de 1945 a 1990 a nueve presidentes de Colombia: Alberto Lleras Camargo, Laureano Gómez, Gustavo Rojas Pinilla, Guillermo León Valencia, Carlos Lleras Restrepo, Misael Pastrana Borerro, Alfonso López Michelsen, Belisario Betancur y Virgilio Barco. Igualmente a Napoleón Duarte de El Salvador, Ramón Villeda Morales de Honduras, Luis y Anastasio Somoza hijo de Nicaragua, Juan Bosch de República Dominicana, Fulgencio Batista y Fidel Castro de Cuba y a los Reyes Juan Carlos y Sofía de España.



Papá con Carlos Lleras Restrepo Presidente de Colombia.

Papá con Rafael Caldera Presidente de Venezuela recibiendo la Orden Libertador.

Papá con Romulo Betancourt Presidente de Venezuela.


Papá con Carlos Andrés Pérez Presidente de Venezuela recibiendo condecoración Orden Andrés Bello.


Sus inicios en El Heraldo cuando apenas alargaba los pantalones (costumbre de la época de cambiar el short por el pantalón largo al niño cuando el Padre consideraba había crecido) fueron cruciales en su posterior desempeño en el oficio, sus jefes se asombraban de sus habilidades innatas en la consecución de la noticia. Entre sus otras muchas anécdotas, están los momentos críticos en que estuvo a punto de morir mientras cubría informaciones. Una de ellas, cuando con varios periodistas, quedó atrapado dentro de los jardines del cuartel San Carlos entre los fuegos cruzados de las tropas de gobierno y los revolucionarios. Mi Papá era reportero policial de El Heraldo ese 18 de octubre de 1945, todos los reporteros y fotógrafos tuvieron que lanzarse a tierra mientras sobre sus cabezas silbaban las balas. Cuando media hora después amainaron los disparos y pudieron escapar los periodistas al abrir los tomistas rebeldes las puertas del fortín, sobre la grama del jardín cuartelario había unos ocho a diez soldados y suboficiales muertos. Por fortuna, ningún periodista resultó herido.

Mi Papá también mostró inclinación por la televisión y así junto a su pana, compinche y amigo Juan Vené tiene anécdotas formidables. En Maracaibo, por cierto, fueron filmados los exteriores de la primera telenovela policial que escribió junto a él para la Novela Camay, que televisó en 1956 el canal 2 de Radio Caracas Televisión bajo dirección de Juana Sujo. “El Misterio de la Cadena” dramatizó en 36 capítulos un ficticio crimen cometido en el viejo Convento de San Francisco en plena Plaza Baralt y tuvo gran éxito entonces. Fue protagonizada por María Luisa Lamata y el gran actor cubano Alberto Insúa. Ese contacto con el mundo televisivo lo llevaría posteriormente a ganarse el Premio Ondas de España, en el renglón de mejor Productor Latinoamericano de Televisión.


Papá recibiendo premio Ondas de España.

Papá con la actriz Alexandra Bastedos el dia de la premiación.

Mi Papá llegó a trabajar en Maracaibo a mediados de 1947 como uno de los periodistas fundadores de “Noticias Gráficas”, un diario copatrocinado por Ultimas Noticias de Caracas y el cual dirigió Ciro Urdaneta Bravo, excelente periodista zuliano. Noticias Gráficas innovó en el Zulia las ilustraciones a toda página, para competir con Panorama, el cual sólo publicaba fotos esporádicas en su primera página en la época en que sus grabados sobre zinc con bases de madera eran hechos en la Casa De Pool, en la calle Ciencias. Noticias Gráficas instaló un gran taller de fotograbado y todas sus páginas estaban ilustradas con fotos en blanco y negro. Las fotos de primera y última página eran casi siempre a 5 columnas, el tamaño del desaparecido tabloide. Su éxito editorial fue notable, tanto que en los primeros días de circulación, su tiraje llegó a los 30 mil ejemplares. Pero lamentablemente a los seis meses, hubo un daño irreversible en el fotograbado y el periódico tuvo que cerrar a la larga al ir a la quiebra. El personal periodístico, la mayoría de Caracas, quedó desempleado y poco a poco periodistas y técnicos fueron regresando a la Capital. Durante la etapa crítica del periódico, cuando empezaba a fallar el fotograbado, asumió la Jefatura de Información y más tarde la Dirección al enfermarse Urdaneta Bravo. Entre los periodistas que trabajaron con mi Papá estaban entre otros Joaquín Araujo, Euro Fuenmayor, Néstor Morles, Jesús Armando Yánes, Juan Vené, Raúl Hernández, Rafael Emilio Alfonso, Carlos Medina, Oscar Pulgar y Otilio García Grillet y los fotógrafos José Sardá y Manuel Lugo.


Otra anécdota simpática fue que para poder regresar a Caracas Mi Papá, Juan Vené y José Sardá idearon la manera de salir del hoyo financiero. Una pequeña cooperativa fotográfica y en los carnavales de 1948 se dedicaron a tomar fotos de las parejas bailando, algunas disfrazadas, para revelarlas al instante en el laboratorio de la cerrada Noticias Gráficas y venderlas a los interesados antes de finalizar los bailes ya en la madrugada, en el entonces famoso Club Arabe y también en el prestigioso Club Alianza. Cada foto 8 por 10 la vendían a cinco bolívares. Mi Papá y Vené eran los vendedores. Así pudieron ir reuniendo fondos para pagar los pasajes aéreos de todos sus compañeros en regreso a Caracas. Mi Papá volvió a Maracaibo como corresponsal de El Nacional en 1952 y luego en 1960 para fundar Notidiario en Radio Popular, luego de haber fundado en Caracas Noti Rumbos en Radio Rumbos junto con Aquilino José Mata y Amilcar Gómez. En el Zulia, trabajó también de locutor en ese gran noticiero zuliano al lado del excelente narrador Jesús Alberto Colina. Luego, al año siguiente, llevó el programa que ya se había consolidado exitosamente a la emisora Ecos del Zulia hasta que volvió a Caracas a dirigir el diario vespertino La Hora en 1962.


Mi Papá junto a Aquilino José Mata y Amilcar Gómez en los 25 años de Noti Rumbos.

Mi Papá junto a Luis Herrera Campins, Miguel Otero Silva, Luis Esteban Rey y Guillermo Tell Troconis en el primer programa Frente a la Prensa transmitido en Venevisión.


Ser Periodista requiere una entrega total por parte del que practica esta profesión, son momentos que en lugar de compartirlos con la familia debes estar cubriendo un evento noticioso. La noticia no espera y en tiempos anteriores donde la tecnología era escasa, los comunicadores sociales se peleaban por los famosos tubazos. Surge a mi memoria otra anécdota de un tubazo de mi Papá que quedó para la historia. Una de las grandes primicias fue el anuncio de la muerte del General Francisco Franco en 1975. Tuvo que esperar más de 20 días, sus noches y madrugadas en la clínica de la Cruz Roja al igual que centenares de periodistas el fallecimiento del Dictador y al fin el 20 de noviembre logró obtener la exclusiva por una confidencia de uno de los médicos que permanecía de guardia a la cabecera del gobernante. No sólo fue “tubazo” de El Nacional en Venezuela, sino el único diario que dio a tiempo la información en toda Latinoamérica.


Fue corresponsal de guerra por el diario El Nacional en Colombia, República Dominicana, Cuba, Nicaragua, Honduras y El Salvador. Y en Venezuela cubrió el derrocamiento de Isaías Medina Angarita. También el de Rómulo Gallegos y de Marcos Pérez Jiménez.

En Cuba, luego de entrevistar a Fidel Castro en el cuartel de Santa Clara, donde llegaron los rebeldes el 3 de enero de 1959 tras el derrocamiento de Batista la madrugada del primero de enero, Mi Papá y el jefe de fotógrafos de El Nacional, Francisco Edmundo “gordo” Pérez, esperaron al líder del 26 de julio en La Habana, junto con los otros dos mil cincuenta periodistas de todo el mundo acreditados para el primer gigantesco mitin de la revolución frente al Malecón. Tratando de lograr mejores posiciones frente a la tribuna donde hablaría Fidel, se escurrió lentamente entre el mar de piernas de la multitud y cuando al fin calculó que estaba cerca de la tarima, se incorporó entre el gentío, con la mala suerte que al levantarse, un pelotón de siete a ocho milicianos disparó en conjunto una serie de tiros de salva con sus fusiles, causándole una grave lesión en el oído izquierdo. Dos años después, ya en Caracas, tuvo que ir a consulta de emergencia a un otorrinolaringólogo al estallarle el tímpano. “Fue un infausto recuerdo de la aclamación pública de Fidel en La Habana, pero habíamos logrado en ese accidentado viaje la entrevista exclusiva para América Latina del líder del 26 de julio”, explica hoy.


Otra faceta del periodista es enfrentarse a la muerte, solo los que entienden que primero está el trabajo por encima de los miedos, logran alejar los fantasmas del temor para lograr el hecho noticioso. Otro trance dramático lo vivió mi Papá cuando en 1976 cubría como corresponsal de guerra en Nicaragua una de las primeras invasiones armadas del Frente de Liberación Sandinista contra el régimen de Anastasio “Tachito” Somoza. Se había producido un enfrentamiento con tropas del gobierno cuando los sandinistas trataron de tomar por asalto la ciudad de Masaya, a sólo 20 kilómetros de Managua, la capital. Fue manejando un auto alquilado hasta Masaya con el fotógrafo de El Nacional Miguel Grillo y al desembocar en una de las callejuelas cercanas al centro del pueblo, pese a que el carro llevaba la identificación de prensa autorizada por el gobierno, un soldado como enloquecido se plantó frente al auto amenazando a los periodistas con disparar sino bajaban enseguida del carro con las manos en alto. “Fueron momentos de de gran tensión. El soldado sin gorra con el uniforme hecho jirones, nos obligó a levantar bien en alto las manos y tirarnos luego al suelo, cuando de pronto se oyó autoritaria la voz de un teniente que corría al lugar, ordenándole al raso entregarle el arma,” luego, al desarmar al soldado, el teniente nos presentó disculpas: “Este muchacho anda desesperado. Es uno de los sobrevivientes del ataque de los bandoleros sandinistas esta madrugada. A cuatro de sus compañeros los masacraron mientras dormían…”



Papá cuando se hizo pasar por preso en la penitenciaría de el Dorado.

Papá con guerrilleros colombianos.

Otro riesgo de muerte lo afrontó mi Papá junto con el “gordo” Pérez durante la invasión norteamericana de 42 mil Marines a República Dominicana cuando el levantamiento del capitán Francisco Caamaño al ser derrocado el Presidente Juan Bosch. Rodeada la ciudad por las fuerzas de ocupación estadounidenses, Caamaño dio una rueda de prensa en el centro de Santo Domingo para informar a la prensa internacional sobre su sublevación a fin de restaurar en el poder al Presidente demócrata Juan Bosch. Poco después de salir del edificio donde estaba Caamaño, el taxi donde regresaban los periodistas al Hotel Sheraton fue abordado con disparos al aire por cuatro marines norteamericanos. El oficial del grupo pidió a los reporteros que se identificaran y en momentos que lo hacían, a uno de los militares se le escapó una ráfaga de ametralladora, la cual milagrosamente no impactó al vehículo sino a un poste del alumbrado público. “Cuando volvimos muy asustados al hotel, encontramos con que todas las habitaciones, los pasillos, oficinas y hasta jardines y la piscina, habían sido ocupados por miles de personas, entre ellos muchos niños y mujeres, que huían aterrados de los desmanes del ejército norteamericano y los enfrentamientos callejeros. Tuvimos que dormir en las escaleras del hotel durante cuatro días entre la muchedumbre fugitiva hasta que logramos salir al aeropuerto y viajar en el primer avión comercial al reanudarse los vuelos a Venezuela”.

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Papá junto a Jorge Negrete.

Papá junto a Teodoro Petkoff y José Vicente Rangel.

Papá durante la invasión a Santo Domingo junto al Coronel Francisco Caamaño Deño.



Y serían inacabables de enumerar las muchas amenazas de muerte que le fueron hechas a mi Papá por investigar a fondo crímenes famosos en Caracas y Maracaibo como los asesinatos perpetrados por el capitán de aviación Roberto Rivero Pérez, el diputado de Acción Democrática Martín Antonio Rangel, en Caracas y la matanza de los hermanos Semprún en el Zulia. Por eso no seria ufanarme al decir que Germán Carías Sisco es el periodista más versátil del siglo XX, logrando mantener su vigencia durante siete décadas llenas de aventuras, peligro, glamour y un gran amor por su profesión que lo caracteriza hasta el punto de haber perdido dos matrimonios. Quiero con mis líneas dejar constancia de la admiración que siento y el respeto por una vida dedicada al trabajo honrado y enaltecedor. Feliz aniversario de Titanio.



Papá actualmente trabaja como director en el Diario la Nación de San Cristóbal.

Thursday, December 10, 2009

Germán Carías Sisco el mejor Periodista venezolano...!