Por: Germán G. Carías Bermúdez
El combativo, aguerrido e incansable luchador Alberto Federico Ravell es separado de sus labores como Director General de la planta televisiva Globovisión, los venezolanos que conocemos por años a Alberto sabemos que se debe a presiones que vienen de altas esferas políticas. El Comunicador se había convertido en la piedra en el zapato para los trasnochados izquierdistas, conocemos de sobra el temple de valentía y coraje que ha demostrado durante tanto tiempo. Tanto va el cántaro al agua hasta que se revienta dicho popular muy sabio y más aun cuando se trata de regimenes autoritarios que quieren imponerse a la fuerza, un perro que es molestado y se comporta mansamente llega un momento que explota, reacciona y ataca al agresor. La vida es una montaña rusa puedes estar arriba en lo más alto y caer vertiginosamente sin poderlo controlar, he leído muchas opiniones de los saqueadores comunistas donde le dicen a Ravell que nada es para siempre; entonces señores apliquen esa filosofía para ustedes mismos véanse en el espejo de Cuba que tanto les gusta, a pesar de que mantuvieron oprimido al pueblo cubano por más de cincuenta años el final de los asesinos Castro está cerca.
Ravell entendemos que no es una adiós es solo un hasta luego porque Venezuela cree en ti y apoyaremos lo que resuelvas, la decencia del venezolano no puede seguir mancillada por estas lacras comunistoides. Somos una estirpe de luchadores y sabemos crecernos en la adversidad donde mostramos nuestra fiereza, el camino es largo y tortuoso pero siempre se ve la luz al final donde recuperaremos nuestra dignidad. El Dictadorzuelo se ha encargado de cambiarnos nuestras costumbres, nuestros símbolos patrios, nuestros gustos y nos ha enfrentado como enemigos. Pero nada es para siempre y no hay Mal que dure cien años.
