Thursday, March 10, 2011

¿Quién debe ser el candidato en Venezuela para el 2012?




Por: Germán G. Carías



Venezuela se encuentra en el camino correcto para salir de la peor pesadilla en mucho tiempo, el punto es; ¿La MUD está consciente de su rol protagónico? O como siempre se esconden debajo de las pieles de cordero los lobos. Cuando se elevó a héroe a Hugo Chávez los venezolanos experimentábamos una gran impotencia ante las barrabasadas de los todopoderosos Adecos y Copeyanos, la aparición del Teniente Coronel en el escenario político fue como las películas de Holywood; el pobre, humilde y desposeído en contra de las élites del dinero y del poder. Ahora bien nos dimos contra un muro de concreto al pretender que un solo hombre cambiaría nuestros destinos, hemos llorado lágrimas de sangre (literalmente) con el peor Gobierno que ha tenido nuestro País y para no hacer tediosa la cantaleta en todos los puntos; creo que lo único que se puede alabar es la campaña de alfabetización. No podemos incurrir en otro error porque seria el principio del fin para nuestras futuras generaciones, tenemos en nuestras manos el rumbo de los acontecimientos y debemos dejar de un lado los egoísmos (habrá tiempo para otras cosas).



Mi propuesta sincera y llena de patriotismo es que las elecciones primarias no deben ser manipuladas con los candidatos opositores (llamados los presidenciables), debemos votar por quien creamos capaz de regir los destinos de Venezuela sin imposiciones de nadie. Es decir que si yo creo que el candidato es otro diferente a los que tienen ya asignados ¿porque yo no puedo elegirlo?, caeríamos en las arbitrariedades de siempre donde los “cogollos” establecen las reglas del juego apartando otras ideas. De una manera más clara debemos tener la libertad de votar por cualquier venezolano o venezolana que cumpla con los requisitos exigidos para Gobernar, y no con la lista ya impuesta por los partidos de candidatos a quienes se les atribuye experiencia. Craso error que alguien que fue Gobernador, Alcalde u otra función pública y haya sido exitoso en su gestión, no garantiza que vaya a ser buen Presidente o Presidenta por el contrario puede ser hasta contraproducente.