En el acto de instalación de la primera reunión de las mesas productivas para la transformación del Estado, Chávez volvió a arremeter contra la oposición venezolana y aseguró que detrás de los que protestan en las calles está gente llena de odio que los maneja. Asimismo, se refirió a lo ocurrido en los estadios durante los juegos de la Liga de Béisbol Profesional Venezolano.
En su opinión, “sólo están buscando violencia y eso es un riesgo (porque) en los estadios ha habido tragedias”.
“¿Qué defienden? No saben. Los que están detrás de ellos, sí”, expresó y acusó a los manifestantes de intentar incendiar el país. “Lo que están buscando es un muerto”, consideró.
Afirmó que el ataque imperial sigue en marcha. Dijo que el contraataque de la ultraderecha está activo con “el imperio yanqui, detrás de la sonrisa y rostro afro descendiente de Obama, las bases militares, la toma de Haití. La ultraderecha del mundo alborotada”.
Con respecto a esto, dijo que “nosotros también estamos en contraofensiva y destruiremos al imperio yanqui y al fascismo”. Aseguró que los demás países hermanos darán la batalla que saben. “Sobre todos nuestros gobiernos de la alianza, los gobiernos progresistas”.
Se refirió a las declaraciones del la Conferencia Episcopal y dijo “qué cosa que un cardenal sin evaluar le da una solidaridad automática a una burguesía inclemente, que se le ve en los ojos”.
Reiteró que hay una “intención desestabilizadora, una vez más”. Llamó al país y a los revolucionarios a que “no nos dejemos arrastrar de nuevo. Detrás de los que están en la calle está gente llena de odio, afirmó.
El Jefe de Estado se refirió a los gobernadores y alcaldes de oposición, a quienes les recordó “su compromiso con la Ley y la Constitución”. Igualmente, responsabilizó a las autoridades universitarias de prestarse para las manifestaciones.
“Nosotros no podemos permitirlo y si aplicamos la Ley, entonces ‘la tiranía de Chávez’, ‘la represión del Gobierno’, con eso no nos van a chantajear. El Estado y Gobierno tienen que imponer autoridad”, enfatizó y agregó que no lograrán “tumbar” al Gobierno.
Acusó a la oposición de lanzar “su furia y su locura contra nosotros a diario”, pero aseguró que su proyecto es el “camino”. Advirtió a la “burguesía apátrida” que “no voy a ser el Chávez aquel del 2002″.
“Advierto, nadie se equivoque, la respuesta que yo comandaría sería radical a la hora de que estos sectores logren, consigan, ametrallando guardias, mandando jóvenes a lanzar piedras a los cuarteles, llamando a rebeliones (…) Ssigan así como van que ustedes van a ver. Yo vengo casi de la tumba, yo le vi la cara a la muerte, por debilidad de un gobierno que yo dirigía. Eso no va a volver a ocurrir”, destacó desde el Palacio de Miraflores.
Insistió en que “si siguen por ese camino, me van a obligar a tomar decisiones radicales (…) Yo no voy para atrás, yo voy para adelante y yo sé que la mayoría de este pueblo me apoya”.