Por: Germán G. Carías Bermúdez
Recientemente, Angelina Jolie decía: “Dudo que la fidelidad sea esencial en una relación, sólo sirve para hablar mal del otro cuando se rompe”. Sus propias palabras y las pruebas evidencian que el pasado verano Angelina se tomó a conciencia sus palabras.
Todo ocurrió el pasado verano, durante el rodaje de la película ‘Salt’. Angelina Jolie se instalaba en el hotel ‘Astoria’, que solía frecuentar con su familia, y por ello fue la elegida como improvisada vivienda. Allí recibía las clases de pronunciación hasta que una de las visitas de su profesor se dio durante la madrugada.
Una de las empleadas, Anna Kowalski, ha decidido dar la cara ahora y denunciar la situación en la que encontró la habitación de Angelina Jolie la mañana siguiente. Según relata en ‘In Touch Weekly’, “la habitación era un desastre, había agua en el baño, botellas vacías de vodka, toallas utilizadas y más de cinco docenas de orquídeas dispersas por la habitación y en la bañera, con las velas”, relata Anna Kowalski. En la cama del ‘Astoria’ también se encontraron pruebas de una noche de pasión. “La cama la habían cubierto con una sábana negra y había juguetes sexuales”, explica.
En el momento en que posiblemente ocurrieron los hechos, Brad Pitt estaba con los hijos de ambos en su mansión de Long Island, en Nueva York a la espera de que Angelina terminara el rodaje.
Mientras, un ‘best-seller’ del biógrafo de los famosos Ian Halperin publicaba que pronto se vería la separación entre ambos, por la información que manejaba. “Brad nunca había tenido sexo tan increíble, mis fuentes dicen que pasó 18 a 20 horas al día en la cama durante las primeras citas con Angelina. Pero el sexo desaparece con el tiempo, ella ha traído un montón de cosas buenas para él, los niños por ejemplo. Pero él no sabía dónde se estaba metiendo”, apunta Ian Halperin.