Sunday, August 29, 2010

¿Quė puedo hacer por Venezuela?



Por: Germán G. Carías Bermúdez


Cuando faltan días, horas y segundos para  esclarecer de que estamos hechos los venezolanos, es el momento justo para reflexionar nuestras posibilidades de enrumbar al País por el camino correcto. Sin pasiones y con los argumentos analizados de la manera más objetiva posible, tratarė de puntualizar lo más resaltante del enredo político e ideológico que se convirtió a Venezuela.

En un evento denominado “No más Chávez” organizado por un grupo político de venezolanos en el exilio, me toco cubrir la información en las inmediaciones de Biscayne Boulevard en Miami, Fl. La reunión estaba pautada para las 3:00 pm hora del Este de USA donde se congregarían diferentes personalidades venezolanas y la gamma de oradores era variopinta. Yo estuve esperando hasta las seis de la tarde y la concurrencia no excedía las 10 personas, decidí comunicarme a la redacción para evitar la publicación y no hacer un flaco favor a la oposición. Con esta anécdota quiero resaltar de la desidia existente entre nosotros los hijos de Bolívar y es mi primer punto a tratar, en un camino por más cuesta arriba con una maquinaria comunista con los poderes públicos genuflexos a su causa y con los recursos estadales a las órdenes de sus milicianos.

Siempre recuerdo un refrán que reza “Al campeón hay que noquearlo, porque si en esa pelea se le gana por puntos siempre los jueces lo favorecerán”. Debemos entender de una vez y para siempre que lo que está en juego es  la continuidad de nuestras raíces, así me lo hacia ver el economista  Luís Prieto en una charla que tuve con ėl. Los que por la causa que fuere tuvimos que emigrar de nuestra patria, rompimos con el hilo tradicional de las futura generaciones de venezolanos; es decir nuestros hijos no vivirán las costumbres nuestras. Eso es lo que sucede cuando en su casa Pedro Pérez o Perico de Los Palotes al ver sus oportunidades mermadas, decide agarrar sus cuatro cachivaches e irse del País que lo vio nacer. Esto es lo más grave que le puede pasar a un Territorio la llamada “fuga de cerebros”, pues Venezuela va quedándose sin ciudadanos capaces de dar la vida por la patria.

Es la hora de devolverle al suelo natal las vivencias, emociones, amores y enseñanzas que marcaron nuestro carácter, sin ambigüedades hay que enfrentar los demonios de la pobreza, inseguridad, corrupción, insalubridad, etcétera   que rondan en el ambiente. Un jefe que tuve me dijo una vez “Acá medimos por goles metidos no por goles parados”, dejemos las excusas y salgamos a votar que si hay fraude bueno se tomaran otras medidas. El voto para los que creemos en la democracia es el arma para derrotar la tiranía, vamos a demostrar nuestra estirpe y a noquear no a ganar por decisión.



El segundo punto es la desunión del venezolano que una vez recalcó Alberto Federico Ravell en una entrevista que se le hiciese por Telemundo, causando indignación en cierto grupo de gentes que sienten no se decía la verdad. Yo reafirmó la percepción del venezolano de que somos individualistas, en una entrevista con Patricia Arbulú me comentó sobre el “yoismo”  criollo y como otros grupos así nos ven. No es hora de ver cual grupo tiene la razón o buscar ser el favorito en el gusto popular, es la hora de trabajar por la recuperación de la patria y para ello debemos unirnos como una sola persona. La única ventana que se percibe medio abierta es la de votar para recuperar espacios perdidos en el Congreso (perdón Asamblea), para ver si podemos tener poderes públicos autónomos capaces de retornar el Estado de Derecho al País.

Solo esperamos que la MUD no se rinda en caso de fraude, porque no hay mañana y nos jugamos la Patria.