Por: Germán G. Carías Bermúdez
En Venezuela las horas recientes denotan desesperación por parte del Ejecutivo Nacional, llevándose a cabo varias detenciones que buscan intimidar a los opositores al régimen. Se sabe que faltan figuras emblemáticas por ser amedrentadas, demostrándose una vez más el carácter intransigente y antidemocrático del Gobierno. El derecho a expresarse libremente es universal además de estar consagrado en la carta magna del País, es violar de manera arbitraria los derechos humanos.
A pocos meses de efectuarse las elecciones para escoger los representantes a la Asamblea Nacional, donde la mayoría de las encuestas reflejan el malestar que se vive por inseguridad, desempleo, falta de electricidad, agua y escasez de alimentos, el Gobierno luce en desventaja para mantener el curul de sus representantes, esto tiene nerviosos a los pupilos del mandatario quienes actúan de manera impune en contra de sus adversarios.
Reflexionemos que se busca desde las filas chavistas, pareciese la intención a ultranza el caos en la sociedad para imponer un estado de excepción y así evitar las futuras elecciones, logrando establecerse de manera permanente en el poder la ideología socialista, comunista, fidelista, cubanista y amorfa; que de manera inexorable puede calar en la mentalidad del pueblo venezolano, acostumbrado a vivir en democracia, libertad y con autonomía en los poderes que lo representan. Nos solidarizamos con los hombres que se les pretende callar por la fuerza, no queremos más presos de conciencia que tanto daño hacen a la esencia de los seres humanos de expresarse en libertad.