Por: Germán G. Carías Bermúdez
Con la imagen de la celebración más importante de la fe cristiana, realizada en uno de los barrios caraqueños donde vive el grueso de la población capitalina Petare. Aprovecho para hacer una semblanza del nuevo ciudadano de Caracas que a pesar de las confrontaciones políticas de los últimos tiempos ha logrado mantener en alto su gentilicio y ponerlo a prueba.
Crecer en Venezuela un País donde la mayoría de sus habitantes profesa la religión católica nos hacia poseedores de valores y principios basados en esa creencia, nuestros Padres nos reforzaban en nuestros hogares esas mismas enseñanzas que para bien o para mal forjaron nuestro carácter. En mi cuadra solo el hecho de que mi vecino tuviese la misma edad, le gustase jugar, montase bicicleta y estuviese dispuesto a aventurarse conmigo ya lo considerábamos el mejor amigo. Muy distinto a la carga ideológica donde los lideres de turno nos inculcan el odio al que piense distinto a mí, generando de manera inconcebible hasta la ruptura del núcleo familiar.
Como el resurgimiento del Ave Fénix de las cenizas veremos la esencia del venezolano reencontrarse con sus valores, para lograr nuevamente la armonía en nuestra sociedad. Estas fechas que recuerdan al mundo el acto de desprendimiento y amor más grande que haya conocido la humanidad, nos ayude a unirnos como pueblo para encontrar nuestro destino que históricamente tiene que ser el mejor. Feliz Semana Santa.