Por: Germán G. Carías Bermúdez
Una imagen dice más que mil palabras y mucho más cuando mueve la fibra del ciudadano venezolano, a mi me tocó vivir ese día fatídico en las vidas de muchos compatriotas; atacados cobardemente sin armas en una marcha pacifica donde se evidenciaba el descontento hacia el Gobierno de turno.
Eran segundos, minutos y horas angustiosos reinaba la incertidumbre, todo comenzó a salirse de control.
Lugo de horas terribles que quedaran por siempre grabadas en mi memoria, se vivió una tensa calma mientras estuvo retenido Chávez en La Orchila. A su regreso al Palacio de Miraflores y la restauración de su Gobierno Chávez prometió oír al sector que sentía descontento por sus políticas, todavía estamos esperando esa unión que ratifico iba a instaurar en Venezuela.