Tuesday, December 20, 2011

Mí hermano y yo vivimos la mejor época de Venezuela



 

Mí hermano Germán Armando Carías Bermúdez, falleció, pero conoció sin dudas la mejor época de nuestra patria Venezuela. Hoy en conversación telefónica con mi amigo Francisco Sánchez, quien me mostraba su solidaridad en cuanto al deceso infortunado, le comenté sobre una noticia escalofriante.


En un carro ambulante de hamburguesas, un muchacho de 25 años había sido baleado mortalmente, por un bravucón, quien al ser tropezado por el joven disparó dos balazos a quemarropa. Nuestra Venezuela, a quien admirábamos, por ser una tierra de valientes, se ha convertido en un suelo de cobardes.


Luego que culminó la llamada, recordé, una aventura que tuve con mi hermano, y describe lo hermoso que era nuestro país. Una noche bohemia, quizás un poco alicorados, pero sanamente sin excesos. Departíamos con dos amigos en la parte trasera de nuestro hogar, ubicado entre las montañas de “Colinas de Carrizal”, y jugábamos un partido de dominó.

A mi hermano, se le ocurrió la idea de irnos a Maracaibo, donde vivía gran parte de nuestra familia, y nuestros segundos padres, los abuelos. Todos vaciamos nuestros bolsillos, donde solo habían tres gomas de mascar y una barajita de los Leones del Caracas.

Sin embargo no nos amilanamos, y surgió la propuesta de agarrar cola, aventón o ride, con una condicionante; si no lo conseguíamos al primer intento regresábamos. Nuestra casa terminaba en un muro, donde luego había un barranco, pero este tenia un tubo de agua, el cual usábamos como “batitubo” y nos deslizábamos hasta la carretera.


Llegamos al anochecer del día siguiente, muertos de hambre a Maracaibo, pero lo más sorprendente sanos y salvos. Teníamos 15 y 17 años, lo que me remonta a la década de finales de los setenta y principio de los ochenta, la cual considero una etapa hermosa de nuestro país. A mis nuevos amigos en Miami les digo que esa época venezolana, era el verdadero “sueño americano”.


Mi hermano se fue, pero no tendrá que seguir viendo, lo que se ha vuelto Venezuela, un nido de maleantes, que tienen licencia para matar al estilo James Bond. Es por eso, que me reconforta saber, que Germán Armando vivió la mejor época de mi país.