Por: Germán G. Carías
Con un silbido ensordecedor se anuncia ella misma, la locomotora denominada “La Bestia” por los emigrantes que se trepan a su lomo para viajar a lo que ellos han calificado como “El Sueño Americano”. El viaje se ha transformado en una ruta mortal que va desde Chiapas hasta Tapachula para cruzar el desierto que los lleve al territorio Estadounidense, no solo por los accidentes de arrollamiento de viajeros adormilados que caen en las vías siendo descuartizados por toneladas de acero. También las mujeres que se atreven a realizar la mortal travesía son violadas y asesinadas en los vagones cómplices del ferrocarril, sin faltar los aprovechadores de oficio que se dedican a secuestrar para pedir rescate a los familiares y los ajusticiados por estar solos.
El Gobierno Mexicano optó por crear grupos de apoyo a los emigrantes, para auxiliarlos y asesorarlos en la consecución exitosa de su meta. La solución sería crear condiciones mínimas para que un ser humano viva cómodamente, creando empleos, mejorando la educación y la salud y erradicando el hambre. México es el País con más pobreza del continente con 51% según fuentes gubernamentales, 54 millones de mexicanos viven en pobreza extrema y con pocas expectativas de calidad de vida. Así con toda la información de las muertes y como corren peligro en esta audaz aventura, se lanzan sin importar el resultado porque su País no les ofrece nada que los haga quedarse. La corrupción, la mordida o como quieran llamarle es lo que hace que la riqueza se concentre en unos pocos, además de la ignorancia de los pueblos hace que cada vez más las personas opten por dejar los estudios.
Una solución inmediata pudiese ser controlar con policías las rutas del tren, evitando el abordaje ilícito de viajeros que buscan el paso ilegal a otros territorios. La mediata sería Gobiernos que se sensibilicen con la tragedia humana de la pobreza extrema, desviando recursos para ayudar a conseguir las herramientas que mejoren nuestra calidad de vida. No quisiera pensar que el estado mexicano se hace de la vista gorda por las remesas que envían los que logran llegar a territorio Americano, convirtiéndose inclusive en una de las principales fuentes de riqueza del país Azteca.
